San Martín de los Andes, Ski y lagos | Patagonia Argentina
Argentina es un país que ofrece distintas opciones para salir de vacaciones en invierno: podés irte al Norte para escaparle al frío, podés visitar alguna agua termal para mejorar tu salud o podés disfrutar de un deporte exclusivo y, lamentablemente, accesible para unos pocos, como es el Ski o Snowboard (para los que tienen más onda).
Después de 10 años decidí volver al Cerro Chapelco, pero esta vez, volví acompañado de mi familia, mi mujer, mis 2 hijos y mis 2 viejos, toda una aventura. Creo que mucho más peligrosa que cualquier fuera de pista.
Me encontré con un San Martín de los Andes crecido, lleno de negocios, hospedajes de todo tipo y lugares para comer. Pero sin perder ese encanto de ciudad chica, como una aldea de montaña a todo confort.
Sabiendo que los precios iban a ser elevados y además todo lo que implica el viajes y los gastos en el cerro, me cargué de provisiones antes de salir, me aseguré que la semana en la cabaña ya estuviera cubierta de antemano y traté de no pensar mucho en la plata, porque no iba a disfrutar estas merecidas vacaciones.
Ir con los chicos le suponía un manto de cuidado, más que nada por el Cerro, la nieve y mi mujer que no los iba a dejar moverse para ningún lado por el frío. Aclaración, mis hijos tienen 4 y 1 año, pero para mi asombro ella estuvo más que relajada y pudimos disfrutar todos por igual.
El primer día en el Cerro, siempre es todo un caos, que nos resbalamos con el hielo en la subida con el auto, que “las botas me quedan chicas”, que “hace mucho frío”, que “no puedo caminar con estos equipos”, Auxilioooo!!!!!.
Ya para el mediodía estábamos un poco más organizados, comiendo unas hamburguesas, algo remarcadas en el precio, (pero dije que no me iba a hacer problemas por el dinero) en un refugio de montaña que parecía de cuento.
Me asombró como mi nene de 4 años se adaptó tan rápido al ski, bajaba las pistas como si tuviera años de práctica. Mis viejos nos ayudaron con el cuidado del más chiquito y con mi mujer pudimos esquiar distendidos, disfrutando del maravilloso paisaje que brinda el Cerro Chapelco, con el Volcán Lanín al fondo y esas frondosas arboledas que bordean las pistas.
Nos tomamos algunos días para visitar los alrededores, fuimos hasta Junín de los Andes, donde nos llamó la atención su renovada iglesia, con toda una iconografía mapuche y las decoraciones talladas en madera, parecía una iglesia compartida por 2 religiones (la mapuche y la cristiana), siguiendo camino bordeamos todo el Lago Huechulafquen para llegar hasta la base del Volcán Lanín. Una excursión alucinante, pero creo que esas amplias praderas y bosques se hubieran disfrutado más en el verano.
Otra salida que hicimos fue visitar una comunidad mapuche en el mirador de Bandurrias, donde nos llevaron unos amigos que viven en San Martín, un lugar muy apacible a orillas del Lago Lacar, casi virgen donde pudimos hacer un asado quemando verduras en la parrilla y un costillar patagónico, para pasar una tarde inolvidable.
Ya terminando la semana fuimos a comprar los clásicos chocolates y dulces para traer de regalo a los que quedaron en Buenos Aires, y finalmente nos prepararnos para una laaaarga vuelta en auto y en familia.
Consejo: Si deseás vivir esta experiencia única, te sugiero que reserves tu alojamiento de antemano, sea una Cabañas, o un Bungalow, un Lodge o una Cabaña con Spa en Cabañas Argentinas – www.CabaniasArgentinas.com
Fuente: El Licenciado en Turismo Juan Manuel Russo es el Director Comercial de Cabañas Argentinas (www.CabaniasArgentinas.com) y un amante de los viajes por nuestro país.
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